La literatura en la pasarela
En su nuevo
libro, Letras hilvanadas , la periodista y ensayista
especializada en moda Victoria Lescano rastrea la presencia y la importancia de
la vestimenta y de los accesorios en algunos escritores argentinos de los
siglos 19 y 20.
Por Gustavo Pablos
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Pieles, claritos, dijes, botones, charreteras, galeras,
guantes, monóculos y capas, entre muchas otras, son algunas de las palabras que
integran el extenso y variado vocabulario sobre prendas, texturas, accesorios y
estilos que se encuentra en Letras hilvanadas. Cómo se visten los
personajes de la literatura argentina (Mardulce), un curioso volumen
que revela el espacio que escritores y publicaciones culturales le han dado a
la vestimenta.
Victoria
Lescano describe y analiza el modo en que la vestimenta y la moda están
presentes en algunas ficciones de la literatura argentina: en Roberto Arlt,
Manuel Puig, César Aira, Silvina Bullrich, Hebe Uhart, Silvina Bullrich, Lucio
V. Mansilla, Victoria y Silvina Ocampo. Pero también en los autores de mediados
del siglo 19 que aportan el tono vintage : Juan Bautista
Alberdi y La Moda , publicación pionera sobre los “estilos porteños”;
en los cuentos y las crónicas de Fray Mocho y en la novela La gran
aldea , de Lucio V. López. Así como en las columnas de moda de la
escritora Sara Gallardo, en las memorias del modisto Paco Jamandreu y en las
opiniones de Adolfo Bioy Casares.
La moda en los pliegues
Letras hilvanadas continúa una serie iniciada con Prêt-à-Rocker ,
un volumen sobre la vestimenta en el rock argentino, pero a diferencia del
anterior ahora la fuente no son las entrevistas sino las obras literarias, que
la autora se dedicó a “hilvanar” con los mismos recursos de sus crónicas. “El
proyecto surgió de apuntes sobre literatura que tomé durante un tiempo y de la
investigación que había hecho años atrás sobre la revista La Moda ,
de Alberdi. Se terminó de definir cuando en 2012 fui a algunas clases de un
taller con la escritora Hebe Uhart, de ella me encanta el tono con que describe
la vestimenta, con sus descripciones muy meticulosas y preciosistas”, comenta
Lescano.
–¿Cuál fue el criterio para la elección de autores y obras?
–El recorte es personal y deliberadamente no cronológico, que ya se ha
convertido en mi metodología de trabajo. A La costurera y el viento ,
de César Aira, me lo regalaron hace muchos años y se volvió favorito dentro de
mi biblioteca. Después sumé Ema la cautiva y El
vestido rosa . De Paco Jamandreu conservo un ejemplar de sus memorias, La
cabeza contra el suelo , que él mismo me regaló: un libro de culto
entre mis amigos y que casi no se consigue, y por eso puse muchas citas
textuales. Y también fue un hallazgo descubrir a Sara Gallardo como columnista
de moda, y quise reivindicar sus crónicas y sus arbitrariedades.
Quise que el libro estuviese a salvo del ritmo vertiginoso de los modos de
comunicar moda y de las estrategias del periodismo
–¿Qué intentan decir estos autores a través de la vestimenta y de la
moda?
–Fray Mocho fue el pionero en ironizar sobre el interés de los argentinos
por emular a los franceses. Mientras que en Una excursión a los indios
ranqueles y en las causeries , de Mansilla, que leo desde hace
años, me llama la atención la elegancia extrema en las tolderías y cómo las
reacciones y las negociaciones se valen de la vestimenta y los accesorios, como
la capa y los guantes. De Arlt me llamó la atención la forma en que narró con
extremada gracia el tono gris de los ropajes en las pensiones, en contraste con
la exaltación del fetichismo en las medias de mujer. En el caso de Puig me
interesó su forma de ilustrar las costumbres de pueblo, el tono casero y casi
rudimentario, como la lavandera Rabadilla y sus odas a la lavandina, y la idea
de vestir a sus personajes rigiéndose por los estilos de las estrellas de
Hollywood. Creo que fue un pionero y que se anticipó varias décadas al actual
fanatismo por las red carpets (alfombras rojas).
El capítulo sobre Bioy Casares es una nueva versión de una entrevista que
Lescano le realizara a fines de la década de 1990, en la que el dandy por excelencia
de la literatura argentina da un glosario personal sobre la moda. “Además de
predicar el dandismo desde su ropa y desde el uso del perfume de Guerlain, fue
fan de las flappers y más precisamente de Louise Brooks, un referente
de la moda”, señala Lescano.
–¿Cómo fue la relación de las hermanas Ocampo con la moda?
–Mi mirada sobre una posible casa de modas contada por las hermanas Ocampo
marca ciertas diferencias en los gustos personales. Victoria adoró vestirse con
Chanel, mientras que a Silvina, según me dijo Bioy, la moda no le interesaba
demasiado. En su cuento “El vestido de terciopelo” reflejó la costumbre de las
modistas a domicilio, y en “Las vestiduras peligrosas” exaltó los bocetos
previos a vestidos cosidos de modo compulsivo. En sus textos los ropajes
adquieren más bien un carácter “fantástico”.
–¿Por qué no hay autores y obras de las últimas décadas, a excepción
de Aira y Uhart?
–En el proceso de escritura consideré tomar algunos casos del siglo 21,
pero los indicadores más recientes no resultaban para este ejercicio. Hice
algunas consultas y llegué a preguntar entre algunos expertos cuál es la gran
novela de moda de la literatura argentina y no tuve respuestas contundentes,
sólo algunas pistas sueltas pero que forzaban la trama. El peletero ,
de Luis Gusmán, y La historia del pelo , de Alan Pauls,
pudieron haber estado pero las descarté. Si bien yo cubro noticias de moda y
pasarela, que forman parte de lo efímero, quise que el libro estuviese a salvo
del ritmo vertiginoso de los modos de comunicar moda y de las estrategias del
periodismo.
Perfil
Victoria Lescano nació en 1968 en Buenos Aires. Ensayista y periodista
especializada en moda, publicó Followers of fashion. Falso diccionario
de la moda –con ilustraciones del diseñador Pablo Ramírez– y Prêt
à Rocker. Moda y Rock en la Argentina . Es columnista de moda en Las
12, suplemento de Página/12 .
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